jueves, 16 de diciembre de 2010

La felicidad de la música

Entre las diversas tonterías que te envía la gente al correo electrónico, a veces encuentras pequeñas joyas. Ésta me encanta no tanto porque un niño de tres años haga de director de orquesta como porque sea capaz de "dibujar" la partitura con los movimientos de la batuta, de traducir en movimiento el sonido. Y porque aún no he visto ningún director de orquesta limpiándose la nariz mientras dirige o reir de felicidad domesticando a Beethoven.
Por lo menos es gracioso; espero que os guste.

Se nos viene la Navidad encima

Shopping Night Barcelona (03/12/2015, foto del autor)      Nos acercamos de nuevo, irremisiblemente,  al centro de este tornado anual q...